En la búsqueda temática en el estudio y frente al paisaje desnudo del natural, la exposición recoge un total de 45 cuadros reflejo de tierras, bosques, aguas y nubes pintadas con el óleo con ningún elemento humano, ni cosas, ni ningún tipo de construcción, “sólo la naturaleza en su máxima expresión”.
En ellas, el espectador puede ver ríos, árboles, praderas, cielos, luz o raíces en mitad de bosques pero nunca elementos humanos o animales, ni siquiera objetos que tengan algo que ver con la acción humana.